I love his way to create mystery in daily life . I love his sense of composition. I love his diversity. I love that he's not afraid.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Quería colgar en el blog un artículo que leí ayer en la Cahiers du Cinema mientras volaba hacia Londres, pero resulta que los señores de Cahiers no tienen edición digital porque les gusta que la gente vaya a los quioscos y nos gastemos los 4 eurazos que vale. Que no digo que no los valga, sino que son Eurazos. Anyway, el artículo en concreto se llama Caminando sobre la Luna y está firmado por Adrian Martin (coeditor de Rouge y profesor en la Monash University, Australia). Es un personal homenaje a Michael Jackson desde un punto de vista cinematográfico o cinéfilo, más bien. Yo nunca he sido una gran fan de Michael Jackson. No es que no me guste, pero tampoco me hacía vibrar. No es mi estilo, supongo. Aunque he flipado como todos con sus giros, su increíble manera de moverse y su voz y nunca he negado su talento. Era un crack, sí, pero no era perfecto ni hacía la mejor música. Me gustó mucho el artículo de Martin porque hablaba de un Jackson persona y de un Jackson que extrañamente no caló en el cine, como hacen muchas estrellas del pop. Lo comparaba con su hermano espaciotemporal Prince, que al contrario sí dejó Purple Rain, un gran título. Adrian Martin dice: Pero Jackson era demasiado extraño para el cine. No es simplemente que acabara siendo visto por tantas personas como alguien herido, malgastado, perverso o directamente insano. Más bien es que, como los héroes de Nicholas Ray en They Live by Night (1948), nunca fue “debidamente presentado al mundo en el que vivimos.”
Yo, efectivamente, también creo que Michael Jackson era una persona rara. Rara en el buen y en el mal sentido, con una energía especial y unos líos personales en los que no voy a entrar porque no soy nadie para hacerlo. Donde sí destacó, como casi todo el mundo sabe, fue en el videoclip, y por eso me gusta mucho que en una revista especializada de cine, que destaca por su independencia y concepto, uno de sus editores más importantes haya publicado un artículo sobre Michael Jackson. Esas son las pequeñas cosas que hacen que cada mes me esfuerce por conseguir uno de los números de esta revista, pese a vivir en el extranjero y pese a los 4 eurazos. El artículo termina con una cita a Philip Brophy (crítico y director australiano) que dice así: “Fractura el espacio con tanto regocijo como compone su propio rostro; fragmenta el sonido con tanta violencia como destruye su cuerpo. No existe una mezcla más absoluta de sonido y de visión que en el ser de Michael Jackson. Ha abandonado nuestro mundo cuando la cirugía plástica está mal vista, la raza debe ser blanca o negra, la música se requiere pura y los videoclips han sido excluidos del cine.”
Bueno pues pese a que nunca he escuchado un disco suyo entero, aquí va mi homenaje a Michael por ser un perfecto incomprendido.