viernes, 19 de febrero de 2010

viernes, 12 de febrero de 2010

Estoy contenta porque por fin voy a hacer algo con uno de mis queridos padrinos: Nazario.
Hasta ahora había visto cómo amigos y no tan amigos le hacían entrevistas, intentaban hacer cortos o colaboraciones con él, o simplemente le mencionaban en conferencias.
Yo nunca sentí las ganas de hacer nada de eso y a veces me he sentido un poco mal por ello. Pero para mi Nazario son Nazario y Alejandro, mis titos, mis vecinos, los que me compraban la Palma de pequeña y tenían la casa llena de impresionantes pollas y porno, los que me daban de merendar cosas muy buenas. Nazario, más en concreto y de más mayor, siempre me ha intentado presentar a gente o meterme en proyectos, me ha regalado libros, me ha hablado de este cine clásico que tanto le gusta. Pero entre nosotros siempre ha habido una especie de silencio creativo. Quizá por miedo a mezclar cosas. O en mi caso a descubrir de primera mano algo que no necesito ver. Y no es que no me interese o no me guste todo este rollo de los 70 y Ocaña y mi madre en una foto de la colección del MACBA con las tetas fuera, me gusta verlo y conocerlo pero sólo como espectadora. Porque esto es mi familia y no es lo que yo conozco. Para mi mis padrinos y sus amigos y los amigos de mi madre no son iconos son personas que me han visto crecer.
Pero este miércoles se abrió el cajón de la colaboración y eso sí me gusta. Nazario quiere hacer una obra videográfica y la vamos a hacer juntos. Pero no hay ni entrevistas ni batallitas, sólo él tal y como yo lo conozco: mirando desde la ventana, contando cómo un borracho se ha puesto a bailar con una turista también borracha y les han echado monedas, en el sofá revisando vídeos... En fin, donde yo me siento cómoda tanto personal como profesionalmente. Porque además no hay nada que vaya más con mi estilo que un vídeo contemplativo-documental de la Plaza Real desde el punto de vista de una persona. En realidad hice un corto que iba de eso cuando estaba en segundo curso, tendré que enseñárselo.
El lunes es el primer día de rodaje, el primero de muchos porque va a ser una cosas muy larga, muy con cuentagotas. Pero me hace mucha ilusión.

Aquí os dejo una parte de la película de una documentalista llamada Vokova que hizo una peli sobre la Barcelona canalla. Hacia la mitad aparece Nazario en la plaza empujando a una niña con un patín. Luego se sienta en un banco con dos mujeres estupendas que son mi madre y mi tita Alicia (la mejor vecina que he tenido nunca) y la niña aparece de nuevo. Esa niña soy yo. Ni siquiera recuerdo que nos grabaran ni ese día en concreto. Yo sólo estaba con mi family jugando en la plaza. Creo que ilustra muy bien lo que para mi significa todo esto.





Canala de Nazario Luque aquí.